
Jumper (2008) es una película de ciencia ficción basada en la novela homónima de Steven Gould. Dirigida por Doug Liman y estelarizada por Hayden Christensen, Samuel L. Jackson, Jamie Bell y Rachel Bilson. David (Hayden Christensen) es un joven que descubre que tiene el don de teletransportarse a cualquier parte del mundo a voluntad. Entonces decide marcharse de su casa donde su padre William (Michael Rooker) le maltrata (su madre le abandonó sin un motivo aparente a los cinco años de edad). Aunque radica en Nueva York, suele viajar por todo el mundo, sufragando sus gastos mediante el robo de dinero de las cajas fuertes de los bancos, sin que sea detectado. David esta siendo buscado por un grupo de personas que se dedica a perseguir jumpers, inmovilizarlos con macanas y cables electrificados, para luego matarlos. Los individuos se autodenominan paladines y son encabezados por Roland Cox (Samuel L. Jackson). Durante un viaje a Roma junto a una antigua compañera de escuela, Millie (Rachel Bilson), ambos son perseguidos por un par de paladines pero son salvados por otro jumper, Griffin (Jamie Bell), quien le informa a David que no es el único jumper. En la búsqueda de David, Roland llega hasta su casa paterna y deja malherido a su padre. Los paladines disponen de un dispositivo que permite seguir a los jumpers en sus saltos de lugar, llegando hasta el escondite de Griffin, quienes los repele con un lanzallamas. Al final, David no sólo conocerá el paradero de su madre, sino tendrá que enfrentarse cara a cara a Roland Cox.
Los Inquebrantables representa una obra menor de Woody Allen si se le compara con trabajos previos, incluyendo la reciente Match Point (2006) y las exitosas Annie Hall (1978), Hannah y sus Hermanas (Hannah and Her Sisters, 1987), Poderosa Afrodita (Might Aphrodite, 1996), etc. La trama resulta lenta e incluso aburrida, con una historia que tiene poco que contar. Para los estándares a los que nos tiene acostumbrados Woody Allen, Los Inquebrantables es una gran decepción.
Alabada por diversos críticos de cine, Cobrador resulta difícil para la gran audiencia. Unir cuatro historias en una sola ha dado como resultado la conjunción fortuita de personajes dispersos, unidos por una mina operada en condiciones inhumanas (lo que explica pero no justifica la actitud vengativa del personaje). Los protagonistas, desconocidos entre sí, acaban formando parte de una misma trama, con escenas que se presentan en una edición poco afortunada. Los actores, en su mayoría muy talentosos, aparecen desperdiciados con diálogos breves e intrascendentes. En resúmen, Cobrador es una película cuyo potencial (unir historias de violencia en distintos puntos del continente) desafortunadamente no pudo desarrollarse plenamente debido a su técnica narrativa, la cual terminó siendo su mayor defecto.
Sentenciado a Morir (Death Sentence, 2007) al igual que el Vengador Anónimo (Death Wish, 1974) se basan en novelas del mismo nombre de Brian Garfield (escritas en 1975 y 1970 respectivamente). La película es dirigida por James Wan y estelarizada por Kevin Bacon, Kelly Preston y John Goodman. Al igual que Paul Kersey (Charles Bronson) en el Vengador Anónimo, Nick Hume (Kevin Bacon) se convertirá en un justiciero que quiere vengar a su familia tras la agresión sufrida a manos de un grupo de pandilleros. Nick y su hijo mayor Brendan (Stuart Lafferty) asisten a un partido de hockey, donde Brendan es uno de los jugadores del equipo. De regreso se detienen a cargar gasolina y en ese instante llega una pandilla a asaltar la estación de servicio. Brendan es asesinado por el miembro más joven de la pandilla con un machete. Cuando los maleantes huyen, Nick alcanza a ver el rostro del asesino de su hijo. La policía captura al homicida, Joe Darley (Matt O'Leary), quien es identificado por Nick. Durante el juicio los abogados le advierten a Nick que la condena será baja (tres a cinco años) debido a que no existen mayores pruebas en contra de Joe salvo el testimonio del propio Nick. Entonces cambia su declaración y le señala al juez que no esta seguro de que el detenido es el asesino de su hijo. Joe es entonces exhonerado y liberado. Nick observa a los pandilleros cuando recogen a Joe a las puertas de los tribunales y decide tomar justicia por propia mano. Durante la noche asesina a Joe con un cuchillo, pero es observado por una chica, quien resulta ser la hermana de uno de los pandilleros. Ella le avisa al líder de la banda, Billy Darley (Garrett Hedlund), hermano mayor de Joe, que Nick asesinó a su hermano. La pandilla es administrada por el padre de Billy y Joe, un traficante de armas apodado Bones (John Goodman). Billy y el resto de la banda decide atacar a Nick y su familia en su propia casa, matando a la esposa de Nick, Helen (Kelly Preston) y dejando gravemente heridos Nick y su hijo menor, Lucas (Jordan Garrett). Nick queda malherido pero no muere, al igual que Lucas, quien queda en coma. Cuando Nick se recupera decide acabar con el resto de la banda, a pesar de las advertencias de la detective Jessica Wallis (Aisha Tyler).
Hitman: Agente 47 es otra película basada en videojuegos (como Resident Evil, Tomb Raider, Silent Hill y otras tantas) y que desafortunadamente no logra tampoco trasladar la esencia del juego a la pantalla grande. Hitman muestra una serie de excelentes secuencias de acción pero el resultado final de la película resulta insatisfactorio. A diferencia de las exitosas adaptaciones de los comics, las películas basadas en los videojuegos no han corrido con la misma suerte y Hitman no es la excepción.
Al mismo tiempo tres Depredadores comienzan a atacar a los humanos que se quedaron en la superficie y luego descienden a la pirámide, mientras que los humanos activan involuntariamente el sistema de energía y la reina Alien despierta de su letargo, produciendo huevos que terminan buscando adherirse al rostro de los humanos para desarrollarse. Se produce entonces una lucha entre los Depredadores, los Aliens y los humanos, de los cuales sobrevive Alexa Woods y un solo Depredador para hacer frente a los Aliens. Incluso al final se sugiere la aparición de una nueva criatura: la Predalien. Aliens vs. Predator resulta interesante, sobre todo para los fans de los personajes. Aunque recibió malos comentarios por parte de la crítica especializada, la película resultó un éxito de taquilla a nivel mundial.
Duelo de Genios (The Genius Club, 2006) es una película dirigida por Tim Chey y estelarizada por Tom Sizemore, Stephen Baldwin y Jack Scalia, entre otros. En la víspera de Navidad, el terrorista Armand (Sizemore) amenaza al gobierno norteamericano con detonar una bomba nuclear en Washington, a menos que reunan a siete personas con inteligencia superior (IQ mayor a 200) para discutir con ellos temas de trascendencia, con los cuales tratarán de resolver los problemas de la humanidad. El detective Brian Mehlman (Huntley Ritteren) se encarga de reunir a las personas, quienes resultan tener diversas profesiones: la dueña de un casino (Carol Abney), una investigadora bioquímica (Paula Jai Parker), un jugador de béisbol profesional (Matt Medrano), un abogado convertido en seminarista (Jacob Bonnema), un profesor de economía (Philip Moon), una pintora enferma de cáncer terminal (Tricia Helfer) y un repartidor de pizzas (Stephen Baldwin). Al grupo se añade el Presidente de los Estados Unidos (Jack Scalia), quienes se comunican con Armand por medio de un sistema de videoconferencia. El terrorista les explica que deben llegar a mil puntos antes del amanecer y deberán conseguir tal puntuación en base a sus opiniones relativas a diversos temas de importancia. En caso contrario la bomba será detonada (la cual se encuentra en el sótano del edificio de reunión). El grupo discute temas como el terrorismo, la política, el hambre, la guerra, la codicia de las empresas, el tráfico, la cura del cáncer y la religión. Sin embargo los personajes demuestran demasiada incertidumbre y presión, por lo que muchas de las opiniones vertidas carecen de trascendencia. A pesar de ello, Armand resulta bastante generoso, pues premia con diversos puntajes cualquier comentario inteligente e incluso les ofrece puntos extras en base a acertijos. Al final, aunque llegan a la meta establecida, el grupo deberá descifrar también la contraseña con la que se desactiva la bomba. Tal contraseña resulta ser de tres palabras y se relaciona con el significado de la vida. Afortunadamente el detective Mehlman estaba presente en el proceso, quien resulta ser más inteligente que algunos de los "genios".
Duelo de Genios podría haber sido una gran película, pero las limitaciones de su guión lo impidieron. El elenco de genios no pudo demostrar su inteligencia en sus diálogos respectivos, los cuales no parecían ser de superdotados, sino de personas comunes y corrientes. Definitivamente le faltó profundidad a la mayoría de las opiniones ahí vertidas, pues ni siquiera llegaban a ser soluciones a los problemas planteados. Honestamente, Armand tenía que haber detonado la bomba por falta de puntos.
Duelo de Genios: ** (Regular)